lunes, 4 de enero de 2010

Conductores, fútbol, burdeles, y normas de etiqueta en el mundo del taxi.

Habitualmente cuando tengo que ir al centro de Surabaya, o a alguno de los múltiples centros comerciales que "pueblan" esta ciudad, me muevo en Taxi. ¿Y por que?. Pues porque es un medio de transporte relativamente barato, y necesario en una ciudad tan grande como esta.
Andar durante más de media hora puede convertirse en un deporte de riesgo, digno de un legionario borracho, o un turista inconsciente: El calor es tu enemigo, y la deshidratación un peligro a evitar.

Y es necesario este medio para los que no tenemos moto, ni bicicleta, ni desde luego coche.
He de reconocer que la primera opción, la moto (sepeda motor) se me pasó por la cabeza, si bien el alquiler mensual me podría salir por unas 500.000 rupiahs (unos 37 euros), cifra que no me puedo permitir actualmente con la beca. Pero la verdadera razón por la que decidí pasar de motos, es porque el tráfico aquí es una cosa que "vosotros no creeríais", y para saber lidiar con los conductores nativos se necesitan dos requisitos: Tener los reflejos de Fernando Alonso, o en su defecto un tigre malayo, y no temer a la muerte, o no tener demasiado aprecio por la vida propia, que viene a ser casi lo mismo.

Así que paso.

Uso taxis de vez en cuando, pues para ir a la Facultad, o moverme por el barrio me bastan mis piernas. Aquí en Surabaya funcionan varias compañías: La primera, y muy popular en Indonesia es "Blue Bird" y sus subsidiarias. "Zebra" y "O'Renz" suelen ser bastante fiables, al igual que "Silver Taxi". Es importante fijarse en la licencia del conductor. Mejor si es visible. Si no encuentran una tarjetita como esta, no les recomiendo que usen ese taxi.



















Luego hay otras "compañias" cuyos vehículos parecen naves de los cazadores de recompensas de Star Wars, o una franquicia de taxis afganos, y sus conductores son lo más macarra que uno se pueda echar a la cara. Especialmente los de la estación de trenes "Gubeng" en el centro de Surabaya.

A mi, no se por que razón, me respetan, y no me suelen cobrar de más. Habitualmente me suelen dar palique, si bien las conversaciones no son el colmo de la originalidad.

Después de cuatro meses aquí puedo afirmar, fundamentándome en mi experiencia, que he llegado a ciertas conclusiones, casi irrefutables:
-El 95% de los taxistas me pregunta que de donde soy. Sólo un 5% no habla: Desconozco si por que son tímidos, me tienen miedo, o asco, o es que son mudos.
-El 90% de los taxistas que si hablan, al saber que soy español, hacen referencia al Barcelona, al Madrid, o a la Liga en general. Hay una minoría, un 10% del total que hace referencia a Dani Pedrosa, a Fernando Alonso, o al término "Matador".
-El 80% me pregunta cuanto tiempo llevo en Indonesia, a que me dedico, y si me gusta la ciudad.
-A continuación, de ese 80% la gran mayoría me pregunta siempre dos cosas: Que donde vivo, y cuanto pago de alquiler.
-Despues de esto me suelen preguntar, o bien por la comida, o bien si estoy casado.
-Al saber que soy soltero, un 20% de los taxistas sugiere que me busque una mujer Indonesia, y me case con ella sin dilación. (Vamos, como los pisos hace unos años "Compre usted, joven, que me los quitan de las manos").

El resto, la abrumadora mayoría, me dice, tras un rato de charla, y si el viaje dura más de cuarto de hora, que hay un sitio llamado "Dolly" en donde, si quiero, puedo pasar un buen rato: Vamos, que me ofrecen que me vaya de putas. Y no a un sitio cualquiera, si no al que muchos nativos consideran el mayor burdel del Sudeste Asiático. Un barrio tan chungo que los arrabales de Bangkok a su lado parecen un patio de colegio de las Ursulinas.

Incluso alguno se me ofrece como espontaneo guía, con una amabilidad, y un garbo torero que harían montar en cólera a Bibiana Aido.
A mi, como mogigato de condición heterosexual, al principio la proposición me causaba mitad estupor, mitad vergüenza ajena. Soy así de "antiguo". Ahora ya hasta me aburre.

De momento he dicho que no, pues aunque uno tiene voluntad antropológica, no tiene la voluntad investigadora de los bajos fondos de, por ejemplo, Mercedes Milá, y hay sordideces muy hardcore, que prefiero no ver con mis propios ojos. Además el tema de "Dolly"está más que investigado, denunciado, y visto. Y que uno no ha llegado al nivel de sordidez, macarrismo, desesperación, y, porque no decirlo, bajeza moral, necesarias para acabar borracho en un burdel del sudeste asiático.

Y además que hay peligro. Mucho peligro. En el barrio "Dolly" uno puede entrar más o menos entero, y salir, por ejemplo, sin un riñon. Y no lo digo metafóricamente.
O como mínimo, comenzar a sufrir, justo a la mañana siguiente, los efectos siete enfermedades venereas, la malaria, y la extraña ausencia de varios millones de rupiahs, el pasaporte, el permiso de residencia indonesio, y hasta las costuras de los calzoncillos.

A parte de todo esto que les relato, en los taxis de por aquí uno se puede encontrar en medio de un atasco (muy habituales) con maravillas gráficas como esta, aparecida en una revista para los pasajeros. Toda una declaración de intenciones, y normas de etiqueta de la compañía "O'Renz".



















Mejor explicado imposible, oiga.

6 comentarios:

  1. La verdad es que si quieres conocer un país y una cultura... uno de los pasos a tomar es conocer sus taxistas, de eso no hay duda!

    "Y que uno no ha llegado al nivel de sordidez, macarrismo, desesperación, y, porque no decirlo, bajeza moral, necesarias para acabar borracho en un burdel del sudeste asiático."
    GRANDISIMA frase!

    Un saludo!

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  2. Con la visita a los taxis y un vistazo a la televisión del país uno se puede hacer una idea muy aproximada de como es el pais, no hay duda...Por cierto, fotografíeme desde fuera esos taxis que parecen contrabandistas de star wars...quiero verlos!!!

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  3. mE ALEGandRO que te vaya así de bién.

    Y que siempre haya algo que contar, que por insignificante que parezca sea instructivo y didactico sobre el país. Lo que hará que si un día lo visitamos, tengamos la impresión de haber estado allí antes. Ya me contará cuando estará de vuelta por tierras de Guadalajara para hacer algún programa en www.radioarrebato.net. Siga disfrutando y disverdurando, y aprendiendo, un Saludo con abrazo y Feliz 2010 desde Kavanijazz. Tanano.

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  4. Normalmente creo que el "Blue Bird" es garantia de calidad y seriedad, y por eso es el más recomendable de coger en tierras indonesias, o por lo menos en Jakarta.
    Otros, alguna vez me han tomado el pelo, porque despues de decirle la dirección a la que quiero ir y después de un buen rato de carrera, decirme y preguntarme "y ahora por donde", o sea que no tenian ni la más pajolera idea de donde iban, teniendome yo que bajar del taxi para preguntar a la gente.
    Peculiar esta Indonesia nuestra....
    Un saludo.

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  5. Efectivamente Gildo, los de Bluebird son siempre los más fiables. Lo de que no sepan la dirección es muy habitual, te dicen que si, que si, y luego se paran a preguntar. Yo hasta que no aprendí a decir "kiri", "kanan", y "lurus", armaba unos ciscos del quince. Ahora lo tengo más o menos controlado...

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  6. hola! estoy esperando ahora mismo para ir a gambir a coger el tren hacia surabaya! estare un mes por surabaya. Sabes si se llenan rapido las plazas? no tengo el billete comprado todavia

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