sábado, 5 de septiembre de 2009

Dari mana Mister?

Es la pregunta que más habitualmente me hace la gente por aquí. Lo que yo acostumbro a contestar es "Saya spanyol".
Inmediatamente la respuesta de mi interlocutor suele ser algo relacionado con el futbol, o con los toros.
Recuerdo que hace tres semanas, recien llegado, salí del hotel para callejear un poco y me adentré en un barrio del centro de la ciudad.




















Una aglomeración de casas bajas y estrechos callejones, con minúsculas tiendas y tenderetes de todo tipo, alguna mujer que llevaba cubos de agua, y crios que jugaban a la pelota mientras, de vez en cuando, las sempiternas motos, en mucha menor cantidad que en una calle de las más transitadas, pasaban casi rozándolos. Ellos ni se inmutaron. Aquí las motos son el medio de transporte más utilizado, y no es raro ver a gente que lleva una televisión, cajas, o cualquier otra mercancía consigo, mientras hacen peligrosos y admirables malabares esquivando coches, y a veces gente.

Me paré en una especie de solar con gallinas, y una especie de corral, e hice una foto. Un hombre mayor apareció detrás mío y me pidió que le hiciese una foto a el también y a dos mujeres de su familia que regentaban una tiendecita a escasos metros.




















La mujer del vestido de flores, después de preguntar de donde venía, me preguntó por ni nombre.

-Apa nama, Mister?
-Nama saya Alejandro
-Ahmm... Telenovela!!

Y se echó a reir. Y obviamente yo también.
Casi sin excepciones la gente de aquí es muy amable, y especialmente si uno vive en un sitio no muy grande, y un poco similar a un pueblo, como el barrio en donde vivo, es comprensible que a uno le tengan "fichado": Paso todos los días por una calle no muy transitada, de casas bajas, y fosos de un metro de profundidad por los que a veces corre un agua no muy limpia que digamos, en donde algunos pollos, y gallos muchas veces chapotean felices. En esta calle me saluda todo el mundo, desde el chaval que pone ladrillos en una casa, hasta el que vende agua, porque yo tomé por costumbre saludar desde el primer día cuando los vecinos me observaban con cara de haber visto a un marciano. Pero no se lleven a engaño, mis estimados lectores, pues la cara de sorpresa, y en principio de pocos amigos, no es muy diferente de la de cualquier habitante de la meseta castellana, cuando se encuentra con un forastero camino de la ermita de su pueblo.

Además en cuanto uno dice "Selamat Pagi", o "Selamat Sore" o lo que sea, dependiendo de la hora del día, claro, al interlocutor indonesio que antes nos miraba con cara rara, se le dibuja
una estupenda sonrisa en el rostro, y contesta "Pagi", o "Sore" o lo que sea, dependiendo de la hora del día.

Luego ya cuando te ven pasar todos los días, es cuando te preguntan de donde vienes, que si tienes calor (Panas), o que si estas estudiando, a que te dedicas, o cual es tu religión.
O que si estás casado. Esta es una de las preguntas favoritas, de, al menos los indonesios que yo me he encontrado por aquí, que son unos cuantos. No es raro escuchar a dos vecinas teniendo esta conversación

-Ibu, y ese extranjero, ¿Está casado?
-Todavía no.
-Pues no se a que espera...

Ese "Todavía no" (Tidak masih belum, si la memoria no me falla) es una respuesta ideal si uno no quiere entrar en más detalles, puesto que el no querer casarse, no tener intención, o no estar interesado en el matrimonio, es algo que a los indonesios, y sobre todo a muchas indonesias, no les cabe en la cabeza.

1 comentario:

  1. Bien bien! El primer post sobre tus andanzas!

    Por cierto, podías poner un enlacito a tu flickr o seguro que hay widgets para blogspot de estos que sacan las últimas fotos, queda muy chuleras!

    Salud!

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