martes, 8 de septiembre de 2009

Bicitaxis a porrillo

El Bicitaxi, o Cycle Rickshaw, aquí en Indonesia llamado Becak, es uno de los medios de transporte más comunes en Surabaya, y también el resto de la isla de Java. La gente nativa de estas latitudes, aunque lo usa, utiliza más habitualmente el taxi, o la moto-taxi, también muy típica, de la que hablaré en otra ocasión. El Becak es, por decirlo de alguna forma, una evolución del Rickshaw, que no es otra cosa que el típico carro impulsado por una persona, y que casi todo el mundo conoce por haberlo visto en cientos de películas, o en "El Loto Azul" de Hergé. Y digo una evolución porque el conductor del Becak, a diferencia del que dirige el Rickshaw, utiliza en vez de la fuerza de su cuerpo y de sus pies, la potencia de los pedales. Y eso , en las latitudes y climas tropicales, se agradece. Normalmente la parte delantera del becak está destinada a alojar las posaderas del viajero, y suele estar cubierto por una especie de toldo. Detrás va el conductor, que es el que dirige el cotarro, y esquiva magistralmente, y con parsimonia coches, motos, y camiones, como la mayoría de los indonesios, porque aquí el tráfico es caótico, pero sorprendentemente los coches y motos apenas se rozan.





















La experiencia de viajar en Becak es bastante recomendable, sobre todo por las vistas que uno puede tener: No hay cinturón de seguridad, ni parapeto, al menos en los que yo he visto, por lo que uno va tranquilamente sentado, como si fuese en el capó de un coche, pero bastante más cómodo, viendo absolutamente todo. Es conveniente fijar el precio de antemano, porque el conductor de becak no va a hacerle ascos a un billete de 50.000 rupiah que dudando, y preguntando sin conocer el idioma, sacamos del bolsillo. Lo suyo sería pagar entre 10.000 y 20.000 rupiah por una vuelta de unos diez minutos por algunos lugares típicos. Después es donde entra el tradicional regateo si el conductor no está conforme, pero eso, amigos, es materia suficiente para otro artículo.

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